Kilimak ha realizado un cambio sustancial en “Irrikitan” su segundo disco. Kilimak se autodefinió con el título de su primer disco: “Kilimak, Euskal Herriko runba”. Sí, esto ha ocurrido algunas veces para expresar qué estilo musical se aborda y Kilimak dió en el clavo al decir que era la rumba de Euskal Herria. Pero aquí hay un pero. En la actualidad, y para decirlo más acertadamente, en el segundo disco, Kilimak, no es tan rumbero. El álbum consta de ocho canciones y sólo dos miran a la rumba, y ahí radica el cambio más significativo. No es tan rumbero. Ha hecho una evolución de cambio desde la rumba catalana a los ritmos dominicanos, latinos y caribeños. El núcleo de “Irrikitan” ha pasado a melodías merengues, pero eso no indica perder la esencia de las canciones y de los conciertos. La locura de la jaia, la fiesta, el baile y la algarabía siguen siendo el carácter conceptual de la banda. Las canciones han mezclado el meregue de la República Dominicana con ciertos toques electrónicos acoplados a un pop fácil, pegadizo y bailable. Kilimak sería uno de los primeros en hacer rumba en euskera. Ahora también se puede decir que en el estilo meregue-pop Kilimak estará entre los primeros que lo hayan trabajado en euskera. Todas las canciones del disco son caricias, una invitación abierta a la fiesta para que la impresionante propuesta de baile no termine mientras ellos tocan. Y nos dejarán con el ansia de volver a escuchar el disco para acercarnos de nuevo a sus conciertos. Sí, Kilimak se ha ido al Caribe.