A Rolan lo encontrarás en los conciertos de rock. Es muy fan y le gusta hablar de música. Es un hombre entendido en asuntos de música, siempre está a la búsqueda de autores antiguos y nuevos, y eso no es algo baladí, teniendo en cuenta que el mundo de la música se está llenando cada vez más de autores que no escuchan música.  Rolan Garces ha recorrido un camino fuera de lo normal con sus discos y sus directos. Ha conseguido evitar un síndrome típico y los achaques que vienen de la mano de éste: el de aquellos que han decidido sumergirse en el entorno english y seguir el camino de los que más admiran, muchas veces, haciéndose los maudits. Rolan ha decidido dejar de lado los errores que causan los complejos y quedarse en casa, y parece que así está a gusto. Este es, seguramente, el único modo de salir al mundo. En este viaje ha pulido sus canciones. Muchos podrían decir que ya había suficientes canciones. No es mentira, pero estas son, sin duda, absolutamente suyas. Nuestro poeta ha sido valiente al escoger sus palabras, y ha salido bien parado de este reto, gracias a, entre otras cosas, el sonido redondo que ha conseguido bebiendo de la tradición del rock y del folk. Tiene, además, algo que le agradecemos especialmente: la inquietud de cantar con una voz limpia, sin efectos y vigorosa. No muestra vergüenza alguna en sus conciertos, convencido de que da lo mejor que puede dar. Si algún día te lo encuentras por la calle y le dices que has disfrutado con sus canciones, agachará la cabeza un poco y te dibujará algo que no llega a ser una sonrisa. Pues sabe que es uno de los miles de músicos humildes que hay en el mundo, y que, sin ser una gran estrella, la luz de las pequeñas también pueden llegar a algunos, si miran con atención.